Como cada año, la recogida del lentisco, es el chupinazo de salida de las fiestas de Navidad en nuestra hermandad. Es una tradición que se remonta a muchas generaciones antes de la nuestra. Para montar nuestro belén único, para celebrar nuestras "Jornaditas", es indispensable el verde que lo decora. Está compuesto en su mayor parte por lentisco, que se recoge al alba en el término municipal de Aznalcázar. La mayoría de nosotros conoce a muchos antepasados que participaban en este día y es el punto de partida de una tradición que con orgullo conservamos. A partir de ahora, sólo nos queda disfrutar de esos mágicos nueve dias en los cuales les explicamos el nacimiento de Cristo a nuestros hijos con nuestra Virgen de la Soledad. Así somos y seguiremos siendo.

Aunque algunos comían para combatir los efectos del agua de fuego..... ¿o no Jaime y José?
La primera parada a desayunar para coger fuerzas.
1 comentario:
Muy buena descripción Pepe, has narrado perfectamente la idiosincracia de tan señalado día. Un saludo.
Publicar un comentario