Otro año más, se cumplió con las tradiciones que nos marcan los días grandes de nuestra corporación. Quizás sean los ensayos de costaleros la gran cita anual que nos imbuye dentro del espíritu cofrade a todos los que esperamos de manera ansiosa estos momentos. Es empezar a escuchar los "racheos" de zapatilla sobre el negro asfalto, es volver a encontrarte con compañeros que hacía mucho tiempo que no veías, es volver a sentir nuestra esencia cofrade en la noches de invierno, simplemente volver al encuentro de nuestras tradiciones. Este año 2009 se ha caracterizado en nuestra hermandad por un aumento significativo de los componentes de las cuadrillas, hay que felicitar al grupo de capataces y especialmente a Luis León, por haber conseguido el buen ambiente que hoy en día se respira. Se va a ensayar pero también se disfruta, ese es el gran trabajo que han venido desarrollando y que nos ha llevado a contar con dos cuadrillas bastante buenas, donde se respira compromiso, seriedad y compañerismo.
Para mí, este año ha tenido una significación muy especial porque era el veinticinco que salía debajo. Los años no perdonan y ya queda muy lejos aquel en el cual con sólo 16 primaveras, sin barba, me hacía por primera vez un costal y me apretaba la faja. He tenido la suerte de trabajar con todos los capataces que ha tenido la Hermandad desde que son cuadrillas de hermanos, y mis recuerdos y anécdotas llenarían muchas hojas. Aprendí a ser costalero, aprendí a sufrir debajo del madero, a estar callado, de la mano de buenos profesionales de los cuales siempre tendré un recuerdo mientras viva. Me acuerdo de algunos que subieron a la "igualá" que hace la Soledad en los cielos, de muchos que las lesiones los quitaron, pero sobre todo siempre tendré un recuerdo de los mejores costaleros que ha tenido nunca esta hermandad, los que se meten ahora el Viernas Santo, gracias por haberme dejado disfrutar durante tantos años, gracias hermanos costaleros.
Mi amigo Antonio Gordillo que necesita tres personas para vestirse.....
El "Pri", siempre ayudando a todos los compañeros a vestirse.
Sergio en primer plano, uno de los clásicos de la cuadrilla grande.
No hay nunca que dejar de vigilar la ropa, evita lesiones.
Paco Cabrera en sus labores de mando, gran persona.
El Juli y Luis León atentos a todos los detalles en cada uno de los ensayos.
La cuadrilla de los Grandes con una singular estampa.
Siempre un gran ambiente en todos los ensayos.
Parece que algunos se empeñan en innovar con los costalitos.....
Servidor con mi gran amigo José "er de León". 
Mi compadre en pleno esfuerzo, parece que cogía kilos.
Un año en el cual hemos vivido un aumento considerable de nuestros costaleros.
Otras son nuevas, como Raúl que aportó chispa en todos los ensayos.
Hay caras que llevo muchos años viéndolas, aunque siguen con la misma ilusión.
